Si puedo decir algo certero sobre este año de empollona Erasmus es que he podido organizar mi tiempo en función de mis preferencias. Y me ha encantado, excepto porque el 70% de mi tiempo libre lo dedico al estudio (cuando vivía en Madrid tenía una vida social normal, lo prometo).
Sin embargo, hoy os contaré que una gran parte del 30% restante lo he dedicado a las series. ¿A quién no le gustan las series? Pues bien, mi intención es recomendaros nada más y nada menos que dos de la series que he visto y que me han robado el coração.
- La primera serie que os voy a recomendar es la estadounidense Orange is the New Black, creada por Jenji Kohan.
Si no habéis oído hablar de ella o no tenéis ni idea, os haré un breve pero conciso adelanto gráfico:
Como habréis podido apreciar, esta historia simultáneamente cómica y dramática se desarrolla en un centro penitenciario para mujeres.
Su protagonista, Piper Chapman, es una mujer corriente que cometió el error de conocer a su ex Alex Vause. Esta última se dedica al cartel internacional de droga. O más bien se dedicaba hasta que entró en prisión, como Piper que acaba también sentenciada a una corta condena colateralmente.
Realmente estos capítulos logran ponerte en la piel de la protagonista Aunque de reconocer que el diálogo no es insuperable y os admiro si pensáis verla en versión original sin subtítulos y entender todo.
¡Ah, por cierto! Se me olvidaba mencionar que Piper está prometida y que el hecho de que sea la más socialmente aceptada le plantea más problemas que ventajas.
Este es Mr. Healy, el funcionario más cercano a las presas y el que lidia con las rutinas de la cárcel: conflictos, sexo, violencia, drogas, suicidios... |
- La segunda serie que merece vuestro respeto es la también estadounidense True Detective, de Nic Pizzolatto.
Esta serie de carácter policíaco posee de un guión impresionante. No sólo es ingenioso y profundo en ocasiones, si no que además las mejores intervenciones están en boca de Matthew McConaughey. Es absolutamente brillante y desafía a la estructura convencional de series de asesinatos y policías.
Se trata de una serie de capítulos de una hora a través de los que se relata mediante flashwards la investigación de un caso de homicidios en cadena que acabará por retomarse al final gracias a la iniciativa del protagonista Rust Cohle.
Ya os aviso que en ambas predomina un estilo ostensiblemente naturalista que ni Émile Zola se imaginaría hacia finales del XIX, por eso os recomiendo que las disfrutéis tranquilamente en intimidad.
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Ya os aviso que en ambas predomina un estilo ostensiblemente naturalista que ni Émile Zola se imaginaría hacia finales del XIX, por eso os recomiendo que las disfrutéis tranquilamente en intimidad.
Pues precisamente acabo de terminar la última temporada de una serie y no sabía con que otra empezar, y aunque éstas no terminan mucho de ir conmigo, lo mismo me animo y pruebo a ver que tal esta la segunda!
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