28 de abril de 2014

Los must del estudiante SciencesPo, esa futura eminencia

Puede que sea hora de que le dedique a París alguna entrada, que no siempre se tiene la oportunidad de vivir en una ciudad diferente y tan prestigieuse como esta. 

Antes de nada, es importante saber que en esta capital del país centro-europeo absolutamente todo es súper glamuroso, súper elitiste, súper cosmopolita y, en definitiva, súper prestigioso

Estos parisinos no se quedan cortos cuando se trata de barrer para casa. Puede apreciarse incluso en los escritos de Tocqueville (y eso que no era parisino, el pobre hombre) sobre la Revolución Francesa. En estos, el francés básicamente le otorga a Francia el rol supremo de la humanidad, el de protagonista mundial que ha dado un paso hacia la Modernidad para salvar al resto del mundo de la injusticia y la crueldad de l'Ancien Régime. Que yo no digo que la Revolución Francesa no tuviera sus frutos pero que toda la clase y la elegancia pública se bajan del carro cuando asumes que eres tan genial como eres o eso dicen.

En fin, aparte de estas generalidades, si además estás estudiando en una de las écoles más pretigieuses del París ya prestigieux, lo flipas. 

Es por esto que aprovecharé la oportunidad de moverme entre los distintos perfiles de estudiante en l'Institut d'Études Politiques de París para comentaros algunos de los rasgos que comparten los que entraron a través de la prueba de selección interna (los estudiantes internacionales somos más polifacéticos -o menos listos, depende de cómo lo mires).


1.- Llegar en taxi a clase está bien visto. Si además tu taxi es un vehículo híbrido, ganas puntos por ecologista.

2.- Entrar a clase con bolsas de las boutiques de Saint-Germain-des-Prés: véanse las de Ralph Lauren; Armani o tal vez las de Zadig & Voltaire.

3.- El postureo bohemio parisino.

4.- El traje en clase es imprescindible. Algunos afirman que se trata de un rito de iniciación: hasta que no lo utilizas no eres digno de las palabras de los que ya están iniciados. Un mero trámite, vaya.

5.- Participar en clase, debatir e incluso creer que estás solucionando los problemas del mundo bajo un cochombroso techo parisino. 

6.- La gala de SciencesPo, el cocktail y los 60 euracos que hay que pagar para asistir.

7.- Como no, las formules de politesse. En serio, si queréis que un profesor/eminencia os conteste empleadlas. O no las empleéis. No va a contestar de todos modos.

8.- Un Mac, o un iPad, iPhone o cualquier i(espacio a rellenar por el consumidor).

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En fin, de un modo u otro, esto son los gajes que uno asume al encontrarse en esta peculiar ciudad de contrastes. De hecho, he aquí algunas de las partes de esta ciudad desde el sureste hasta el noroeste y a través de la quai de la Seine.













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1 de abril de 2014

2 series que no debes dejar pasar.

Si puedo decir algo certero sobre este año de empollona Erasmus es que he podido organizar mi tiempo en función de mis preferencias. Y me ha encantado, excepto porque el 70% de mi tiempo libre lo dedico al estudio (cuando vivía en Madrid tenía una vida social normal, lo prometo).

Sin embargo, hoy os contaré que una gran parte del 30% restante lo he dedicado a las series. ¿A quién no le gustan las series? Pues bien, mi intención es recomendaros nada más y nada menos que dos de la series que he visto y que me han robado el coração. 

  • La primera serie que os voy a recomendar es la estadounidense Orange is the New Black, creada por Jenji Kohan.
Si no habéis oído hablar de ella o no tenéis ni idea, os haré un breve pero conciso adelanto gráfico:


Como habréis podido apreciar, esta historia simultáneamente cómica y dramática se desarrolla en un centro penitenciario para mujeres. 

Su protagonista, Piper Chapman, es una mujer corriente que cometió el error de conocer a su ex Alex Vause. Esta última se dedica al cartel internacional de droga. O más bien se dedicaba hasta que entró en prisión, como Piper que acaba también sentenciada a una corta condena colateralmente.

Realmente estos capítulos logran ponerte en la piel de la protagonista Aunque de reconocer que el diálogo no es insuperable y os admiro si pensáis verla en versión original sin subtítulos y entender todo.

¡Ah, por cierto! Se me olvidaba mencionar que Piper está prometida y que el hecho de que sea la más socialmente aceptada le plantea más problemas que ventajas.


Este es Mr. Healy, el funcionario más cercano a las presas y el que lidia con las rutinas de la cárcel: conflictos, sexo, violencia, drogas, suicidios...

  • La segunda serie que merece vuestro respeto es la también estadounidense True Detective, de Nic Pizzolatto.
Esta serie de carácter policíaco posee de un guión impresionante. No sólo es ingenioso y profundo en ocasiones, si no que además las mejores intervenciones están en boca de Matthew McConaughey. Es absolutamente brillante y desafía a la estructura convencional de series de asesinatos y policías.


Se trata de una serie de capítulos de una hora a través de los que se relata mediante flashwards la investigación de un caso de homicidios en cadena que acabará por retomarse al final gracias a la iniciativa del protagonista Rust Cohle.



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Ya os aviso que en ambas predomina un estilo ostensiblemente naturalista que ni Émile Zola se imaginaría hacia finales del XIX, por eso os recomiendo que las disfrutéis tranquilamente en intimidad.